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Historia y Tradición

El Señor del Monte: el Cristo que curó una epidemia en Jocotepec

Miguel Cerna.- Jocotepec tiene fama de ser un municipio profundamente religioso, y como no serlo si uno de los Cristos que aquí se veneran curó, como por arte de magia, una epidemia en 1833 ¿Lo sabías?

Desesperados por la desolación provocada por la epidemia de cólera morbus que azotó a la población en 1833, los ciudadanos pidieron piedad al entonces Cristo del Bautisterio, y este los escuchó; desde ese momento se convirtió en el Patrono universal de las necesidades de Jocotepec.

Fue tal la cantidad de muertos generó esta enfermedad, que la gente acudió a los templos a pedir ayuda divina. En el caso de joco, por ser el más cercano, feligreses depositaron su fe ante el Señor del Monte, logrando conseguir su misericordia.

A cambio del favor concedido, se juró realizar una Solemnísima función anual en su honor, mismo documento que fue firmado el 8 de noviembre de 1833 que hasta la fecha sigue vigente porque año con año es renovado por las autoridades civiles y eclesiásticas.

Mural donde se retrata cuando los jocotepenses acudieron al Señor del Monte para pedirle piedad y misericordia.

“Juramos, como aquellos que nos precedieron delante de Dios, de la Santísima Virgen y de todos los ángeles y santos, proclamar como Patrono general en todas nuestras necesidades a nuestra sagrada imagen de Jesucristo conocida bajo la advocación del Señor del Monte que se venera en esta parroquia. Haciendo uso del poder que se nos ha conferido, vía efecto de cumplir nuestro deber, nos obligamos y juramos firmemente, cada uno por sí y hablando de a quienes representamos por vía del cargo desempeñado, reconocer a la refería imagen del Señor del Monte, como Patrono principal y universal de todas nuestras necesidades, tanto espirituales como temporales, en atención a los muchos beneficios obtenidos por su amparo y protección”, establece un fragmento del compromiso.

Para 1918, El Señor del Monte dio nuevamente auxilio al pueblo, ya que ese año la “Influenza Española” volvió a azotar a su población, por lo que los feligreses volvieron a acudir al Cristo para pedirle misericordia; tras renovar su compromiso, la peste cesó.

Para la historiadora Diana Machuca, definitivamente las epidemias fueron definitivamente  las que forjaron la identidad de los jocotepenses, pues dichos sucesos modificaron tajantemente la vida social, cultural y religiosa de la población, desarrollando una identidad centrada en el culto al Señor del Monte y, posteriormente, al Señor del Huaje.

Por ello, las dos fiestas religiosas más importantes que se celebran en el pueblo son en honor a estos cristos, las de enero para el Señor del Monte y en mayo para el Señor del Huaje.

Revivirán los fandangos jocotepenses

Miguel Cerna.- ¿Te has preguntado cómo se bailaba hace 50 o 100 años en Jocotepec?, ¿Cómo eran los mencionados fandangos y que música se escuchaba? Gracias a una puesta en escena que prepara el bailarín Daryel Fabián Romero Fuentes, lo sabremos.

Con la intención de devolver a los jocotepenses la tradición dancística y musica perdida, surgió el proyecto titulado “Tenderete en el petate”, que fue beneficiado con el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA, 2020) para su realización.

Debido a que su abuelo Maximino Fuentes, conocido popularmente como “Chimino”, fue uno de los mejores bailarines de su época, desde hace 10 años la inquietud por conocer, documentar y representar lo que fueron los fandangos en el pueblo y la región, se instaló en la mente de Daryel Fabián quien poco a poco comenzó a consultar a adultos mayores, así como a los diferentes cronistas del municipio para recrear la forma en la que se bailaba hace más de 70 años.

“En esta obra se trata de rescatar la mayoría de la tradición de Jocotepec en este ámbito dancístico y musical, así como de costumbres y tradiciones del pueblo. Todo esto con base a lo que me han contado puros ancianitos; he entrevistado muchísimos y hasta a una persona de 106 años de Huejotitán”, comentó.

Daryel Romero inició su formación oficia en danza folclórica a los 8 años en Jocotepec.

Romero Fuentes es un bailarín jocotepense de 33 años e integrante del Grupo Folklórico Ciudad de Guadalajara, inició su trayectoria con tan solo ocho años en el Grupo Folclórico Jocotepec en 1995; posteriormente dirigió este mismo ballet de 2007 a 2010, cuando emigró a Guadalajara para continuar con su formación.

Tenderete en el petate es un obra dividida en cinco parte que busca representar y revivir los fandangos más importantes que se realizaban en Jocotepec en los siglos XIX y XX: La Fiesta del Señor del Monte, El Fandango de la Plazuela, El Carnaval, El Sarao en la Hacienda de Huejotitán y Jalisco Ribereño Contemporáneo.

Más que ver el cuadro dancístico/musical en un escenario, para Daryel Romero lo verdaderamente valioso del trabajo es revivir una tradición extinta, pues a través de talleres se buscará enseñar a chicos y grandes a bailar como en “denantes”, en los auténticos fandangos que ahora solo viven en la memoria de pocos adultos mayores del municipio y de la región.

Si la pandemia lo permite, la obra se estrenará en enero del próximo año, en el marco de las Fiestas de Enero en Honor al Señor del Monte.

Descubre a la Virgencita en el Cerro de Jocotepec

J. Carlo Cuevas- Los días de cuarentena, nos han invitado a redescubrir el espacio que nos rodea. Un espacio que hemos construido en comunidad desde tiempos inmemorables. Entre los cerros que rodean al Lago, se esconden pequeños espacios destinados a la oración de los caminantes, listos para ser descubiertos por senderistas y curiosos.

Estos espacios, son pequeñas ermitas con imágenes religiosas que peregrinos han dejado para algún día retornar y pedir su bendición para el camino. Debajo de la sombra de un tempisque se encuentra una ermita dedicada a la Virgen María en sus diferentes advocaciones.

Caminantes rumbo a la cruz, en el lado inferior izquierdo, se observa la imagen de la Virgen de Fátima. Crédito: John Frost

Este lugar esta a tan solo unos 100 metros hacia arriba del Mirador de Jocotepec, en el libramiento. Fue en los años 60, que el señor Pedro Solís donó a la familia Garavito una imagen de la Virgen de Fátima. Un día, el espacio dedicado a la virgen fue vandalizado, por lo que la familia Garavito decidió resguardar la imagen donde hoy se encuentra el restaurante El Patio.

Después de la construcción del libramiento, el poco tránsito de caminantes y la fuerza de la naturaleza, comenzaron a ocultar entre árboles y arbustos el lugar. Hoy, este espacio es tiene un nicho con una imagen de la Virgen de San Juan de los Lagos y una Virgen de Guadalupe. Acompañan a las imágenes, veladoras, rosarios, monedas y piedras dejadas por los feligreses.

¿Cómo llegar a la Virgencita?

Si te gustaría conocer este lugar, te dejamos un mapa con una ruta sugerida desde el centro de Jocotepec. Tiempo estimado del recorrido: 20 minutos.

Jesús Carlo Cuevas

@JCarloCuevas

j.carlocuevas@gmail.com

Otros Tiempos

La misma fecha 7-16-20.

Alrededor de los años 50 del siglo pasado todo era tranquilidad y compañerismo entre la sociedad, como la mayor parte del pueblo éramos pobres no había ventajas y muy pocos pleitos entre los mayores.

Nosotros nos divertíamos como podíamos inventando nuestros juegos, uno de nuestros juegos era ir a robarnos las canoas a la laguna y pasearnos en ellas y no mediamos el peligro. Nos bañábamos desnudos, jugábamos en la arena, buscábamos ollitas, monitos, y muchas cosas que los indios o personas que vivieron antes tiraban a la laguna, la arena era suave, limpia y nos gustaba jugar y correr por la orillita de lago y además el agua era cristalina hermosa y limpia para tomar, eran otros tiempos que jamás volverán.

reporteromayor@gmail.com  

Recuerdos del lago

Hablando de el lago de Chapala en Jocotepec, Jalisco, como en 1945 yo estaba chiquito y me sentaba con mi abuelo Ruperto Ramos, que era pescador, a verlo como reparaba su chinchorro en el corredor de su casa y él me platicaba todas sus aventuras de cuando entraba al lago a pescar, entre lo que me platicaba me decía que en medio de el lago había una campana grande y que por curiosidad él y sus compañeros de pesca se paraban en ella a descansar, será verdad o mentira o leyenda pero él me lo platicaba. Pero el lago de Chapala si tiene historia y muchos recuerdos de nosotros los que la disfrutamos de los 40 a los 60 del siglo pasado

reporteromayor@gmail.com

Así era el Lago de Chapala hace 400 años

Miguel Cerna.- La mayoría de los que vivimos alrededor del Lago de Chapala, hemos escuchado relatos de personas mayores sobre aguas cristalinas, abundancia de peces y de una inmensidad inconmensurable pero, ¿Cómo era realmente el lago hace más de 400 años?

A través de las crónicas escritas por los colonialista que visitaron la zona tras la conquista española, nos podemos echar un chapuzón al pasado para conocer sus impresiones sobre el lago, que desde ese tiempo y hasta la fecha, sigue asombrando a propios y extraños por su belleza y riqueza natural.

La primera descripción aparece en el libro escrito por Juan López de Velazco entre 1571 y 1574 titulado Geografía y descripción universal de las Indias, donde hablaba de “la laguna que dicen de Chapala, por un pueblo de indios deste nombre que está en sus riberas, la cual tendrá más de veinte leguas de boj y es muy fondable y de muy buen agua y mucho y buen pescado, y cuando corre viento hace tormenta como en la mar, tiene unas isletas dentro della”.

Años después, en 1586 fray Alonso Ponce llegó a la ribera de la laguna y también le pareció parecida al mar, pues era “muy hondable y levantaba grandes olas como si fuera mar y su agua dulce y muy delicada y maravillosa de beber; críanse en ella muchos y muy buenos bagres, muy sanos y sabrosos y otros pescados buenos de comer”.

Para principios de siglo XVIII, el obispo fray Alonso de la Mota y Escobar escribió en su Descripción geográfica de los Reinos de la Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León las siguientes características sobre el lago:

“El agua dulce y delicada sobre manera, que por tal se bebe en cuantos pueblos tiene en sus riberas, que son muchos; es muy hondable que se pudiera en partes navegar seguramente con navíos de buen porte; limpia sobre manera, que no cría en sí yerba alguna en que se parece a la mar, y aún en enojarse como ella, teniendo sus tempestades no como quiera, y quiebran sus olas de tumbo en la costa que hace muy gran ruido. Cría entre otros peces unos que los indios llaman en su lengua mexicana amilotes y el español le llama pescado blanco”.

Vista al lago desde la Cruz Grande del cerro de Jocotepec.

Estos tres visitantes coincidieron en la limpieza de sus aguas, su gran variedad de peces y su belleza similar a la del mar, por tales motivos podemos comprobar que lo que nos han contado nuestros ancestros fue cierto: nuestro lago tuvo mejores tiempos, en los que la contaminación no era su rasgo característico.

En nuestras manos estará la responsabilidad de entregar a las futuras generaciones un mejor lago del que recibimos; aunque su belleza se sigue conservando intacta.

Con información del libro: Los Pueblos de la Ribera del Lago de Chapala y la Isla de Mezcala durante la Independencia (1812-1816), de Carmen Castañerda (2006).

Estos son los 8 Cristos que se pueden visitar en la cabecera.

¿Conoces los 8 Cristos que hay en Jocotepec?

Miguel Cerna.- Al hablar de Cristos en Jocotepec nos remite automáticamente al Señor del Monte y al Señor del Huaje, y como no, si tiene más de 300 años con nosotros; pero ¿Sabías que hay otros seis crucifijos distribuidos a lo largo de la cabecera?

Aunque pasan desapercibidos para la mayoría de los ciudadanos, quizá por la predominancia del culto hacía el denominado Patrono del pueblo, en la Parroquia de Jocotepec residen cuatro Cristos más.

Estos son los 8 Cristos que se pueden visitar en la cabecera.
Estos son los 8 Cristos que se pueden visitar en la cabecera.

  • El Cristo de Las Visitas

Se trata de crucifijo de apenas 30 centímetros de alto que fue elaborado con la misma madera con las que se esculpió al Señor del Monte y al de Huaje. Una peculiaridad de este es que por un costado tiene una apertura entre las costillas y se puede ver una pieza que figura un corazón el cual cuando se mueve late.

Los Cristos para Viacrucis

Es un juego de tres Cristos que eran utilizados durante la Semana Santa para la representación de la Pasión de Cristo, se trata de tres esculturas de madera de tamaño natural con extremidades articuladas, que datan del siglo XVIII.

  • El Señor de la Humildad

Es una escultura que representa a Cristo en los momentos previos a su crucifixión y muerte. Se encuentra en el extremo izquierdo del templo, donde antiguamente era el bautisterio.

  • El Divino preso

Es la advocación de Jesucristo orando en el huerto cuando los Soldados Romanos lo apresan. Esta imagen está colocada en el costado izquierdo de la nave principal, justo a la entrada.

  • El Santo Entierro

Este tipo de escultura tenía la función de estar en la cruz durante casi todo el año, para ser bajada durante el viernes santo y colocada en el sepulcro. Actualmente se encuentra a un lado del Señor de la Humildad.

  • Cristo de la Ascensión

Saliendo de la parroquia, pero a menos de una cuadra se encuentra esta imagen en una vivienda de la Calle Ramón Corona, se dice que este Cristo era parte de los bienes del templo, el cual fue escondido entre las paredes de una de las casas cercanas a la iglesia durante la época de la Cristiada para que no fuera destruido.

  • San Salvador

Esta imagen está colocada en una vivienda ubicada por la calle Nicolás Bravo, al oriente de la cabecera. Originalmente perteneció a una hacienda, la escultura que data del siglo XVIII cuenta con rasgos filipinos que era algo común en esa época ya que muchos de los navíos que se dirigían de Europa para América arribaban por Filipinas.

Agradecemos la información brindada por la historiadora Diana Machuca para la publicación de este artículo.

Recuerdos del siglo pasado (1900)

27 de junio del 2020. 

 

Recuerdos de este señor, este señor cuando nació su mamá murió y quedo huérfano de madre junto con otros dos hermanos, chiquito fue abandonado por su padre dejándolo encargado con una tía llamada María que nunca conocimos. A la edad de cuatro o cinco años empezó a trabajar como puerquero con el hacendando, así fue creciendo hasta que se hizo yuntero y traía su yunta de bueyes antes de los 10 años.

Luego emigró a Jocotepec junto con Sabas Guevara a y Víctor López. Emigró a Joco y aunque su padre vivía, este lo ignoró y se fue a vivir con unos parientes a La Loma y así anduvo rodando y trabajando donde había y podía.

Espera la siguiente entrega de esta historia.

PEDRO MIRANDA

¡Vámonos al norte!

Luego de mi fracaso en Arizona me regresé 2 veces al mismo lugar  con el mismo patrón a un pueblo que se llama Manteca, California a piscar jitomate.

La pisca de jitomate es una friega de perro bailarín no hay descanso hasta la hora de comer media hora y de vuelta al carro a darle duro y puro correr y sudar la gota gorda que no tenías tiempo ni de limpiarme el sudor.

La caja de jitomate nos la pagaban a 12 centavos y muy pocas personas hacian 100 cajas  porque nomas se trabajaba hasta las 2 de la tarde; yo me hacía entre 45 y 50 cajas hasta la hora de comer y a las 12 y media llegaban los tráileres para cargar las cajas y llevarlas al empaque y entre 4 personas empezábamos a cargar las trocononas.

La traila agarraba 800 cajas y en cuanto llenabas una ya estaba la otra lista para llenarla lo que quiere decir que no había pare.

Sudando la gota gorda nos decíamos uno al otro bien cansados: “querías norte pos ahora te friegas”. Cada caja que subíamos nos la pagaban a centavo y medio para los 4 y ellos en el cheque no lo repartían, llegábamos al rancho como a la 9 de la noche derechito al baño y luego a cenar una comida especial para nosotros porque éramos recomendados por el patrón por el trabajo que desempeñamos pero caíamos muertos.

A los demás les daban un día riñones, otros pescuezos y alitas de pollo en caldo. A nosotros hígado, menudo, y el domingo nos daban caldo de res de cola de vaca y así era la vida del brasero pero se nos acababa el hambre a nosotros y a la familia y nos traíamos nuestra buena lana y ropa para la familia sin que nos faltara nuestra camisa, pantalón, chamarra de mezclilla y botas negras.

Muy elegantes y con centavos en la bolsa. Eso era lo bueno de tanta tizna que llevábamos, Si piensas ir al norte ya sabes lo que te espera. ¿Le entras? órale, acá te esperamos.

reporteromayor@gmail.com   

Los trompitos de niño

IMG_013722 de diciembre del 2014. Los niños que nacimos en los 1940 del siglo pasado no teníamos con que jugar y solitos inventábamos nuestra entretención. A esta basura que ven en el piso nosotros le llamábamos trompitos y traíamos las bolsas de los pantalones llenos de ellos, jugábamos duradas en la plaza en el cemento o en las bancas, eran juegos baratos pero llegando a la casa eran puras regañadas porque nos acabábamos los pantalones de las rodillas y las mamás se disgustaban. Como les digo son recuerdos de viejo